Es la forma ética y responsable en la que la empresa desarrolla estratégicamente todas sus acciones sociales y ambientales, sus políticas, sus prácticas y actitudes, tanto con la comunidad como con sus trabajadores.

Es el proceso que responde a las necesidades del presente sin comprometer el desarrollo de las generaciones futuras. Su objetivo es asegurar un equilibrio de tres dimensiones de desarrollo sustentable (económico, social y ambiental) con una gestión permanente.

El consumidor consciente busca un equilibrio entre su satisfacción personal y el bienestar del planeta, es decir, consumir teniendo en consideración los impactos provocados por el gasto excesivo, a través del uso racional de productos y servicios, y la forma en que se descartan los mismos.

Asimismo, la gestión de los recursos humanos es fundamental. En ADEL, tenemos el objetivo de erradicar el concepto de “tercerización” en la actividad de la limpieza.  De esta manera, incentivamos la contratación de servicios con personal en relación de dependencia, calificado y capacitado, que desarrolle labores cumplimentando todos los requerimientos de calidad, seguridad y cuidado ambiental exigidos por las normas y leyes vigentes como por los estándares con los que se comprometen las organizaciones.

También, como Cámara, combatimos la evasión que provoca la competencia desleal en el mercado. En este sentido, las empresas que evaden impuestos perjudican a las que cumplen con la ley. Por ello, ADEL publica un Costo de Referencia en conjunto con los sindicatos, en observancia del cumplimiento de las leyes laborales, obteniéndose, así, un costo de mano de obra inelástica. De esta manera, las empresas cotizan un servicio de Limpieza Profesional Responsable.